lunes, 3 de agosto de 2015

Terrazas

Nunca he dejado que la vida me pisoteara,
Pero hoy lo ha hecho durante varios momentos.
He sido más débil que nunca,
He temido que el tiempo se acabara.
Pero en ningún momento he pensando en rendirme...
Eso no existe.

Y estabas tú,
El culpable de todo.
De mis terremotos,
De mi innesaria sensatez,
De mi inocencia,
De mi miedo a no saber qué coño hacer.

Y te preguntarás por qué eres el culpable,
Lo eres,
Porque mi vida es un caos
Desde que por las mañanas te veo
Y por las noches te follo.
Desde que una simple broma;
Un simple mote tonto,
Se convierte en mi motivo para reír
Desde que yo sin ti no soy yo
Y tu sin mí eres poco, cariño.

Eres poco,
Porque ya no sabes si soy yo
O eres tú el tonto enamorado.
Si eres tú,
El que no sabe que hace,
O soy yo la que te hace actuar
Como un idiota para hacerme reír.

No le demos más vueltas,
La verdad es que somos los dos gilipollas
Pero me encanta serlo mientras sea
En tu terraza
Después de follarme con fuerzas
Con un té y
Un te
Quiero innecesario.

Las palabras sobran.


martes, 3 de marzo de 2015

Quiero morir-vivir

Quiero morir.
Para luego revivir,
Por el sonido de tu llanto
Al sostenerme en tus brazos;
Quiero sentir como mi vida se esfuma
En décimas de segundos.
Quererla,
Valorarla,
Como ahora poco hago.

Quiero morir,
Para luego revivir
Y sentir que de verdad
Estaba perdiendo el tiempo.
Para demostrarme a mi misma
Que lo que importa son las personas
Los momentos y sus detalles.
Que ya da igual
Si somos ricos o pobres,
Si nuestro trabajo es el ideal
O si el domingo lloverá.

Quiero morir,
Para luego revivir
Al oir el sonido del gatillo
Sobre mi garganta
El incesante goteo de mi sangre;
Mi sangre recordandome
Mis antiguos llantos y preocupaciones
Que ahora, muriendo,
No tienen ninguna importancia.

Quiero morir,
Sí, quiero morir.
Porque merezco saber si la vida
De verdad merece la pena.
Quiero morir sobre ese piano que tanto deseo,
Tocando las peores de las canciones;
Sentir,
La música, la naturaleza,
El sonido de mi corazón, esta vez, vivo.

No quiero morir, ahora lo sé.
Escribiendo me siento viva.





sábado, 24 de enero de 2015

Reflejos y miedos

Estoy entrando en una sala llena de gente,
Me estoy buscando.
No me encuentro porque dejé de conocerme
Hace bastante tiempo.
Sólo me dejo llevar por la música
Y las personas que me sonríen.

Entonces te veo a ti,
Hablándole a una desconocida
Y veo como ella es capaz de sonreír sin miedo.
La envidio y no sé por qué,
Esa chica sabe lo que quiere
Y lo consigue.
Yo en cambio solo observo
Y deseo lo que no puedo.

Entonces, de nuevo, te veo a ti.
Sacándola a bailar aunque se te dé de pena.
Y la miras a los ojos para decirle,
Que, como siempre, está preciosa.
Ella tiene la vida en los ojos;
La felicidad es mediocre,
Comparado con lo que siente en tus brazos.

Decido acercarme a vosotros
Y preguntaros cual es el secreto,
Tú atónito miras a tu alrededor;
La chica ya no está.
Ahora sólo estamos tu y yo,
Y me preguntas:
¿Por qué te has separado de mi mientras bailábamos?

Me doy cuenta,
Que esa chica era yo misma,
Y mi otro yo, el que observaba, un reflejo de mis propios miedos.
Siempre he sido la misma,
Solo me hizo falta acercarme a ti para bailar.


lunes, 8 de diciembre de 2014

Domingo eterno

Es un domingo eterno,
El cual acabo de despertar
Y nadie me ha tirado de las mantas
Para volvernos a escapar.
Escapar de lo cruel que es,
No estar conforme
Nunca
Con nada.
Ni contigo misma.
Pero vuelves a la cama,
Para seguir creyendo
Que algo cambiará.

La cama se vuelve fría,
Tu gato no te mira,
El pie desnudo por el calcetin perdido;
Las ganas infinitas.
Es un domingo eterno,
Porque mañana será el mismo puto dia,
Seguirás deseando huir
Aunque ya lo hayas hecho una vez.

La tarde te da una oportunidad,
Pero sigues mirando la pantalla
Admirando, envidiando, anhelando a otras personas.
Mientras el tiempo te mira,
Y tú,
Le ignoras;
Es un vals solitario,
El tiempo ya se ha ido pero tu, de nuevo,
Sigues creyendo que le estás dando la mano.


lunes, 10 de noviembre de 2014

Inconformista

Las historias a medio acabar que tengo,
Las vidas de los personajes que he dejado en vilo,
Y sus finales.
Porque todos quieren final.
Y que sea feliz.
Nadie piensa en que la chica gris
Tal vez no quiere ser rosa,
Ni azul,
Ni ningún otro puñetero color.

Tal vez el chico que escribía poemas en silencio,
Le gusta que sólo resuenen esas palabras en su cabeza,
Que nunca leerá la chica del pelo largo y suelto.
Que tocaba el piano,
O que quizás solo lo hizo en sueños.
Pero dejadles en paz.
Ya tienen suficiente conmigo.

Nadie comprende el disgusto de la lluvia
Que siempre la utilizan para escenarios tristes;
Nadie piensa en el jodido café
Que está cansado de que siempre sea amargo.
Y los que se olvidan,
De que los versos sin rima también son bonitos;
Que no hace falta una sonrisa triste
Para robar un beso.

Pero ya lo dejo,
Soy así, como mis historias,
Inacabada, incompleta
Y sobre todo
Inconformista con los finales.
Como el de este verso,
Como el de todos los versos que escribo.